Artículo: Preguntas frecuentes relacionadas con el abuso sexual

Por Psic.  Fabiola Cervantes Chávez

 

¿Por qué las personas que son abusadas sexualmente suelen mantenerlo en secreto?

 

Existen diversidad de factores por los cuales un menor de edad que ha vivido abuso sexual suele callar, entre ellos el miedo y la vergüenza. El primero regularmente ocurre debido a las amenazas que la persona que agrede, infringe sobre la víctima. Además de considerar que los adultos cercanos no creerán lo sucedido. Algunos otros menores de edad refieren temer a que al decirlo las reacciones de la familia ocasionen un conflicto mayor.

La vergüenza obedece principalmente a la desinformación en torno al abuso sexual y al estigma existente relacionado con el abuso sexual y sobre todo con la sexualidad en general.

 

¿Un niño, niña o adolescente que ha vivido abuso sexual vivirá traumatizado durante toda su vida?

Lo primero que es importante aclarar es que no todas las experiencias de abuso sexual terminan ocasionando un trastorno traumático y el hecho de haber vivido una experiencia como esta no implica que la persona quede “marcada” para toda la vida como lo refieren algunas personas que acuden a la consulta. Ante una vivencia como esta es importante dar atención inmediata tanto a la víctima como a los miembros de la familia más cercana, a esta última para orientar al inicio en el manejo ya que se pretende evitar con esto que la misma familia sea quien revictimice.

Si la persona que ha vivido esta experiencia es atendida oportunamente y en su familia encuentra el apoyo en un adecuado y oportuno manejo de la situación la persona puede llegar a resignificar la experiencia sin mayores secuelas significativas. Sin embargo, cada situación requiere una intervención muy particular.

Lo que si es importante aclarar es que toda persona tiene derecho a vivir una vida libre de dolor y sufrimiento, tiene derecho a ser atendida, física, psicológica y legalmente ante hechos como este.

 

¿De qué depende que unos abusos presenten trauma y otros no?

De muchos factores entre ellos y uno de los más importantes es de la capacidad de resiliencia que tengan las personas. Así como de la intervención que lleve a cabo la familia o los adultos cuidadores en el momento de la revelación del abuso. Si al NNA se le cree, se le proporciona la contención y atención adecuada de manera oportuna se ha observado que el impacto es menor.

¿Un niño o niña que es abusado sexualmente en algún momento de su vida repetirá con otra persona menor de edad lo que le sucedió?

 

Esto es un mito y aunque en algunas ocasiones sucede no podemos determinar que este es un comportamiento en consecuencia. Por el contrario generalmente quienes han vivido una situación como esta no desean que ninguna persona pase por este tipo de experiencias y más aun algunas de estas personas se convierten en los principales promotores de la prevención  y buscan los medios de apoyar estas causas o sumarse a acciones que contribuyan a evitar este tipo de situaciones.

Las causas por las que una persona que lo vivió llega a repetirlo son muy diversas y no necesaria y exclusivamente por el hecho de haber tenido esa experiencia. Desafortunadamente algunas de estas personas se encuentran inmersos en circunstancias muy desfavorables  en donde son revictimizadas por varios entornos y personas y no precisamente se les brindó el apoyo oportuno y necesario para recuperarse de esta situación. A estas personas muy probablemente no se les creyó y hasta se les responsabilizó de lo sucedido.

“Prevenir el abuso sexual y evitar que quienes lo vivieron puedan volver a vivir una vida libre de dolor es responsabilidad de todas y todos por ello es importante estar informados y mirar a quienes lo vivieron como personas evitando estigmatizarles”.

A continuación algunas recomendaciones por hacer en caso de que alguien te revele que ha vivido abuso sexual:

 

  1. Mantener la calma y evitar mostrarse alarmado ya que esto no solo altera sino confunde y asista más al niño o niña.
  2. Mantener la atención activa  y creer lo que el niño o niña te dice.
  3. Hablar de la situación a solas y en forma relajada para darle la atención y brindarle la sensación de seguridad y protección que en ese momento necesita.
  4. Permitirle expresar las emociones que en el momento del relato pudiera estar experimentando, sin juicios ni interpretaciones de ningún tipo.
  5. En caso de expresar culpabilidad hágale saber que él o ella no son responsables de las conductas del adulto.
  6. El niño o niña requiere sentir nuevamente seguridad y protección por lo tanto las acciones a tomar tendrán que tener esta tónica evitando prometer cosas que no está en tus manos cumplir.
  7. Cuando un niño o niña se acercan a ti para compartirte lo sucedido es porque te ha depositado toda su confianza y además espera alguna acción de tu parte. Por lo tanto es recomendable que toda acción que tomes el niño o niña tengan conocimiento y que estas vayan en función del restablecimiento de su seguridad y bienestar. Y si desconoces cómo proceder infórmate o solicita orientación.
  8. Hazle saber que ha sido muy valiente por decirlo, agradece incluso el hecho y coméntale lo orgulloso/a que te sientes  de él o ella.
  9. Expresale el cariño que sientes, lo valioso e importante que es y hazle saber que va a estar bien.
  10. Busque una institución especializada y con experiencia en la atención de estos casos que le dé confianza y le ofrezca un tratamiento integral.

 

 

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